¡Lo prometido es deuda!, y aquí estamos el equipo de Medios de Comunicación con nuestra publicación sobre la interesante visita a la reproducción de una antigua ciudad romana que hicieron la semana pasada l@s compañer@s del Grupo 3. Ahora mismo estarán recogiendo las instalaciones de Romanorum Vita, que cerraba sus puertas ayer rumbo a otra ciudad de España, esperamos que tod@s l@s que nos leísteis el viernes pasado y os picó el gusanillo de conocerla hayáis podido pasaros a disfrutarla y aprender algunas cosas.
Y sin más dilación empezamos a transmitiros lo que nos contaron algun@s compañer@s del Grupo 3, el viernes pasado, sobre su visita. Ell@s disfrutaron de una visita guiada de 45 minutos, al empezar vieron un vídeo que hablaba de cómo era la vida de l@s roman@s, en general, sin centrarse en aspectos concretos. Nos contaron l@s compañer@s del Grupo 3 que las tiendas, en aquella época y lugar, sacaban su mercancía a la calle para venderla, sería algo parecido a los mercados de ahora. Sólo utilizaban la tienda de almacén. Vieron una tienda de telas, una parecida a una hamburguesería y también una panadería con muchísimos tipos de pan, que se cocían en horno de leña. En el caso de la panadería no sacaban a la calle los panes, sino que los vendían dentro.
Los caminos eran de tierra pero tenían aceras y pasos de cebra, que les llamaron la atención a nuestr@s compañer@s, pues los pasos de cebra eran tres piedras.
También les llamó mucho la atención que los baños eran al aire libre, eran como uno de los bancos en los que nos sentamos en los parques, pero con un agujero y también había escobillas. Al lado estaba la lavandería porque utilizaban la orina mezclada con agua para lavar, ya que la orina contiene amoniaco.
Había también fuentes, pero el agua no era potable.
Después les enseñaron reproducciones de las casas de la gente que tenía más dinero y también de la gente empobrecida. Las casas de la gente con dinero tenían las paredes pintadas de muchos colores, eran muy bonitas y llamativas. Tenían un armario muy pequeño porque, aunque tuviesen dinero, tenían muy poca ropa. También les enseñaron que los ricos comían tumbados en una especie de camas o sofás sin respaldo. Sin embargo, las casas de la gente humilde eran de madera y se quemaban con mucha frecuencia, así que no cocinaban en casa porque era muy peligroso, para comer se juntaban tod@s en un local donde, por muy poco dinero, podían comer, pero tenían que hacerlo de pie, pues no había ni mesas ni sillas.
Los más pobres, por las mañanas, se acercaban a la casa del más rico a pedir limosna o tratos de favor. Tenían que pedir cita, a veces les atendían y a veces no.
Nos contaron también que por la noche había mucho ruido porque eran un poco fiester@s, y había una especie de policía que vigilaba por la noche.
Al final de la visita les pusieron otro vídeo en el que se trataba más a fondo el tema de la comida, vieron que había diferencias entre lo que comía la gente adinerada y la que no lo era.
Otra cosa que diferenciaba a ricos de pobres era la ropa con que vestían; l@s ric@s llevaban la ropa hasta los pies, y l@s pobres la llevaban por la rodilla, para poder trabajar.
Otra cosa que diferenciaba a ricos de pobres era la ropa con que vestían; l@s ric@s llevaban la ropa hasta los pies, y l@s pobres la llevaban por la rodilla, para poder trabajar.
También había un lugar en el centro de la ciudad, con bancos muy grandes, que era como nuestro Ayuntamiento de ahora y allí se celebraban tanto juicios como el culto, y también era dónde se hacían los trámites administrativos.
Les enseñaron también un despacho de un hombre rico, éste tenía una puerta que daba a un jardín, allí celebraban las reuniones de negocios. Cuando se moría una persona rica se hacía una máscara de yeso con su cara y éstas se iban colgando en el despacho, ¡como no tenían cámaras de fotos!, ésta era la forma en que las visitas podían ver quiénes habían sido los antepasados de esa persona, y asegurarse de que era alguien poderos@.
Para terminar, contaros que había un día que hacían ofrendas a un Dios, ese día ponían ajos a la puerta de las casas para atraer la buena suerte.
¡Pues todo esto fue lo que nos contaron nuestr@s compañer@s!, que lo pasaron muy bien. Esperamos que os haya parecido tan interesante como a nosotr@s, y esperamos añadir unas fotos la próxima semana.
¡Que tengáis un estupendo fin de semana!
Les enseñaron también un despacho de un hombre rico, éste tenía una puerta que daba a un jardín, allí celebraban las reuniones de negocios. Cuando se moría una persona rica se hacía una máscara de yeso con su cara y éstas se iban colgando en el despacho, ¡como no tenían cámaras de fotos!, ésta era la forma en que las visitas podían ver quiénes habían sido los antepasados de esa persona, y asegurarse de que era alguien poderos@.
Para terminar, contaros que había un día que hacían ofrendas a un Dios, ese día ponían ajos a la puerta de las casas para atraer la buena suerte.
¡Pues todo esto fue lo que nos contaron nuestr@s compañer@s!, que lo pasaron muy bien. Esperamos que os haya parecido tan interesante como a nosotr@s, y esperamos añadir unas fotos la próxima semana.
¡Que tengáis un estupendo fin de semana!
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